En el camino de regreso a la estación de la guardia española, Al-Wali le susurró a su colega Abdi Babout la traición de los reclutas españoles si se paraban a descansar y almorzar y se liberaban del cautiverio, lo que impediría la tarea de la lucha armada.
Mientras él y su compañero pensaban en una manera de deshacerse de este dilema, los compañeros estaban preocupados por su demora, lo que llevó a Ibrahim a rastrear sus huellas. Mientras caminaba, miró a la derecha y la izquierda a sus dos compañeros, escoltados por soldados españoles que se detuvieron para descansar pero alejaron al guardián y su compañero. Incluso al lado de su lado, le dijeron que les contara a los compañeros lo que había ocurrido. Se apresuró a regresar al grupo y, con gran furia, rompió su bolsa de almacenamiento de armas tradicional. Bashir al-Saleh fue a buscar compañeros. Fueron capturados por al-asb. Eso
Antes del atardecer del 19 de mayo de 1973, los soldados españoles llegaron con una preciosa búsqueda de las autoridades españolas, y él y su compañero fueron puestos en una celda colectiva.
Los compañeros se enteraron de las malas noticias en el arresto del wali y de mi padre. Comenzó a pensar en una forma de liberarlos del cautiverio, de modo que el grupo aceptara llevar a cabo un proceso de acuerdo con un plan que requeriría a cinco personas para llevar a cabo la misión. Son Ibrahim al-Khalil, al-Ghazzawani 'Ali alal, Muhammad. Los miembros restantes del grupo permanecen en su lugar esperando la liberación de los compañeros.
Por la noche, entraron en el área donde se encontraba el centro de la guardia española. Con el fin de recopilar toda la información precisa y completa sobre el estado del centro, acudieron a una de las familias saharauis cerca de Al-Hasa, que les proporcionó toda la información necesaria. Detalles del centro de guardia español, el número de habitaciones, el número de guardias y la ubicación de la sala de la prisión en el complejo de cuatro habitaciones.
A la luz de estos datos, el plan de la operación se basó en el hecho de que Ibrahim Ghali, Ibrahim al-Khalil y Muhammad Lamatin irrumpieron en el grupo de guardias de la puerta oficial. Al-Ghazouani y Bashir al-Salik fueron obligados a entrar en la sala de la prisión y liberar a los compañeros.
El grupo se movilizó y emprendió el camino hacia la estación de la guardia española. El wali era febril y cantó el himno de la revolución y las consignas revolucionarias que eran su constante enemistad.
Mientras sus pensamientos estaban preocupados por la forma en que los compañeros los sacaban de la celda, escucharon los ladridos del perro, que Muhammad había prometido proteger y dejaron de ladrar, el wali y Abdi sintieron que los compañeros venían y le pidieron al guardia que cerrara la puerta y se fuera a descansar porque estaban eufóricos y querían dormir. Juego de dominó.
En la primera hora del 20 de mayo de 19733, el grupo rodeó el centro de la guardia, distribuyó a sus miembros en los roles especificados y comenzó a asaltar la guarnición española, donde fue fácilmente controlada, y el arresto de todos los guardias que estaban ocupados Domino, y el arresto de la última estaba listo para viajar. Se informó a los españoles que los dos prisioneros estaban en posesión, se confiscaron cinco armas, que cuando los invasores golpearon la puerta de la prisión con la parte posterior de su arma, disparó una bala por error y sorprendió a los compañeros.
El wali y el hijo de Bobot fueron liberados, capturaron a cinco reclutas saharauis en el ejército español y sus ovejas y camellos sin derramamiento de sangre, en un proceso que formó el primer acto de acción armada contra el colonizador español y marcó el estallido de la lucha armada librada por el pueblo saharaui.
Los perpetradores de la operación tomaron a cinco reclutas españoles, dejando a dos sin medios de transporte. Fueron a la zona de Tasimet, lo que les proporcionó un refugio seguro para perseguir al ejército español, que movilizó a sus tropas después de la operación.
El colonialismo español también revisó el plan de la guardia nocturna, que se limitó después del proceso de estrangulamiento de los españoles y excluye a los reclutas saharauis por temor a la colusión con los rebeldes.
El primer grupo de reclutas españoles que fueron capturados en el frente o devueltos a España eligieron a este último con el pretexto de que estaban apoyando a las familias y tenían compromisos con España. Les dijo que la revolución estaba dirigida solo al colonizador español y los liberó.
El éxito del proceso de Khaska contribuyó a la moral de los revolucionarios, se convirtió en una sustancia de la movilización y convenció a los saharauis de la inevitabilidad del éxito de la revolución y la derrota del colonialismo, lo que alentó a muchos saharauis a unirse a las filas del Frente Popular.
