
Takbar Haddi perdió a su hijo el pasado 8 de febrero. El 31 de enero resultó herido de gravedad por colonos marroquíes en El Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupada por Marruecos. Ahí comenzó un calvario que lo llevó a deambular, primero, por los calabozos de la policía de ocupación y, luego, de hospital en hospital, sin recibir asistencia hasta que falleció a cientos de kilómetros, en Agadir, esperando a ser atendido, relataron testigos, familiares y organizaciones de Derechos Humanos presentes en el territorio.
Cuando Takbar, residente en Santa Cruz de Tenerife, llegó a El Aaiún buscando a su hijo, el día 9, intentaron que firmara el certificado de defunción, pero se negó, "quería que le hicieran una autopsia, que se investigara su muerte y fueran castigados los culpables". Le ofrecieron "dinero, mucho, un sueldo, cosas", pero no lo quiso. Así que no le entregaron sus restos. "No sé dónde está su cuerpo. Nadie lo sabe. No me puedo callar. Ya he llamado a todas las puertas. Y no podré descansar hasta que lo encuentre", asegura.
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