En este sentido, la abogada noruega, la Sra. Tuna Mao, se centró en tres ejes relacionados con el bloqueo militar, las violaciones de derechos humanos contra activistas y periodistas y el cierre del territorio a los observadores internacionales, destacando en detalle los objetivos detrás de esta política racista contra los civiles saharauis desarmados destinados a suprimir las voces de la libertad. La autodeterminación y el encubrimiento de crímenes cometidos contra ellos y la negación del acceso a crímenes de guerra y violaciones del derecho internacional humanitario y el Cuarto Convenio de Ginebra a la comunidad internacional y los organismos internacionales de derechos humanos.
La Sra. Mao citó algunos de los eventos en las ciudades del Sáhara Occidental y la horrible manera en que los servicios de seguridad trataron pacíficamente con la demostración de los civiles para exigir sus derechos básicos, incluido el derecho a la autodeterminación y la liberación de prisioneros políticos, y el ataque a periodistas y activistas de derechos humanos, como el caso del Centro de Medios Ain Bentili. Laaroussi Indore, una empresa que agrega, hablando, está clasificada por el derecho internacional humanitario como crímenes de guerra.
A su vez, el activista francés Claude Montagne también se refirió al horrendo crimen que tuvo lugar en el campo de Akdim Izik en 2010, el ataque y el desmantelamiento militar del campo de protesta, que albergaba a miles de civiles saharauis y el arresto de cientos de personas, muchas de las cuales fueron liberadas temporalmente, y la detención de otros 24 en Salé fue encarcelado después de ser remitido al poder judicial militar, que supervisó la investigación de los cargos vengativos en su contra.
Además, Monjane también abordó las diversas etapas del caso del secuestro y detención del Grupo Akdim Izik, los malos tratos que sufrieron durante los períodos de interrogatorio en la gendarmería marroquí y los centros del ejército en la ciudad ocupada de Laayoune para firmar declaraciones falsas, además de represalias y racismo contra ellos y sus familiares. Prisión Salé 2.
Por otro lado, el activista francés detuvo los juicios injustos del grupo ante el tribunal militar y luego el Tribunal de Apelación en Salé, así como los veredictos que fueron condenados por los observadores que asistieron a las fases de las sesiones, así como todas las organizaciones de derechos humanos y organismos internacionales, incluido el Comité contra la Tortura, que emitió una decisión para revocar los veredictos. Los cargos contra el grupo, la liberación de sus miembros y la apertura de una investigación sobre la tortura y los malos tratos a presos políticos durante el interrogatorio y la detención en la gendarmería y puestos militares y las cárceles de Salé 2 y 1.
Por su parte, Sheikha Abdallah se centró durante su conferencia en el saqueo sistemático y peligroso de los recursos naturales del Sáhara Occidental por parte del régimen de ocupación marroquí en connivencia con sus socios de compañías multinacionales y algunos países que afirman respetar los derechos humanos y defender los derechos de los pueblos y las minorías en referencia a Francia y España. .
También cesó el incumplimiento de la comunidad internacional de sus obligaciones con respecto a la protección de los recursos naturales del pueblo saharaui, así como la contradicción flagrante y flagrante de Francia y España en su uso vergonzoso e incluso contradictorio del derecho internacional sobre los recursos del Sáhara Occidental y los derechos fundamentales de su pueblo, en particular su derecho inalienable a la libre determinación.
En este contexto, un miembro del Comité Nacional Saharaui para los Derechos Humanos en Europa, Hassan Amelid, hizo una presentación sobre el fenómeno de la desaparición forzada, que afectó a cientos de civiles saharauis durante la invasión del ejército marroquí en el Sáhara Occidental en 1975, el genocidio y el asesinato fuera de la ley, como se confirmó recientemente después del descubrimiento de fosas comunes en Los informes de los equipos españoles revelaron que las causas de muerte fueron la intención de matar por un pelotón de fusilamiento, contrario a lo que el régimen de ocupación marroquí declaró a través del Consejo de Derechos Humanos de Marruecos que las muertes ocurrieron en otras circunstancias durante el tratamiento de la desaparición forzada. Región
El conferenciante también destacó la política de represalia practicada contra los activistas y periodistas saharauis de derechos humanos en los territorios ocupados, y su exposición a diversas formas de violencia, tortura física y psicológica y violación contra mujeres, hombres e incluso ancianos, al denunciarlos por expresar su rechazo a la ocupación marroquí y exigir el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación y la liberación de los presos políticos. Detenga el saqueo de los recursos naturales de su país sin el más mínimo consejo o aprobación.
La única forma de frenar las violaciones de los derechos humanos y los crímenes de guerra cometidos contra los civiles saharauis solo puede lograrse si las Naciones Unidas asumen su responsabilidad de descolonizar el Sáhara Occidental a través de un referéndum justo y justo sobre la autodeterminación, permitiendo que el pueblo saharaui determine su futuro, dijo Ameled. Democrática e imparcialmente, según lo estipulado por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU, así como la Declaración Universal de Derechos Humanos.
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